Ser mejor madre con la ayuda de un au pair

Catherine Miller, madre de dos hijos, explica cómo el hecho de acoger a un au pair le ha permitido conciliar la vida laboral y familiar, lo que redunda en beneficio de todos, incluida ella. 

Mom working at home with her kids.
, en Familias de acogida

El dilema de toda madre – ocuparse de todo    

¿Cómo puedo atender a mis hijos y a la vez satisfacer mis propias necesidades? Esta es la pregunta que todas las madres se hacen.

No se trata solo de elegir entre el trabajo o quedarse en casa cuidando a los niños. Ocuparse de todo es el dilema al que se enfrentan todos los padres, sobre todo los padres de niños muy pequeños, cada vez que se ven obligados a elegir entre ayudar a sus hijos o atender sus propias necesidades. 

Ahora bien, ¿y si pudieras estar para tus hijos cuando vuelven a casa? ¿O incluso poder terminar de responder a tus mensajes o hacer alguna llamada antes de cenar?

Como madre expatriada de dos niños menores de dos años, sabía que necesitaba una ayuda extra cuando nació nuestro segundo hijo. Nuestra familia acogió a una au pair suiza cuando mi bebé tenía apenas dos meses.

Acoger a un au pair me ha ayudado a satisfacer mejor las necesidades de todos, incluidas las mías. A continuación, os explico cómo. 

Cuidar a los niños de forma conjunta redunda en beneficio de todos

Cualquiera que tenga hijos sabe que los bebés y los niños más pequeños no tienen un horario exactamente fijo. Cuando cuentas con que tu bebé duerma la siesta, ¡decide no dormir! La solución para muchos padres que trabajan es recurrir a una guardería. Sin embargo, sigue existiendo la presión de tener que coordinar la recogida, preparar la cena, bañar a los niños y acostarlos. En esa situación, una ayuda extra no tiene precio.

Al principio, cuando mi segundo hijo acababa de nacer, me encantaba que se durmiera en mis brazos. Pero, en la práctica, tenía demasiadas cosas que hacer como para tenerlo en brazos todo el día. A nuestra au pair le encantaba cogerlo en brazos cuando se dormía o nos ayudaba a limpiar después de comer y a tender la ropa mientras yo me quedaba con el bebé. Contar con ese apoyo en esos primeros días significó mucho para mí.

  • Compartir el cuidado de los niños entre los padres y el au pair reparte la carga de trabajo.
  • Tener un au pair en casa te da flexibilidad.

Acoger a un au pair a casa es como tener un miembro más en la familia. Las ventajas son infinitas. A la hora de la cena, a mi hijo pequeño le encanta charlar con la au pair, lo que nos da a mi pareja y a mí la oportunidad de hablar entre nosotros durante la comida. En este sentido, acoger a un au pair nos ha ofrecido lo mejor de los dos mundos: estoy segura de que puedo estar ahí para mis hijos sin hacer grandes sacrificios en otros ámbitos de mi vida.

Está bien difuminar la línea entre el trabajo y el hogar

Tanto si trabajas a tiempo completo como si no, el encanto de tener un au pair es que puede encargarse de los niños en casa cuando y donde más lo necesites. Muchas madres, entre las que me incluyo, tenemos que ocuparnos tanto de nuestra carrera profesional como de nuestros hijos, además de la carga de trabajo que supone mantener un hogar.

  • Un au pair forma parte de tu equipo.
  • La vida laboral, familiar y social pueden conciliarse mejor cuando se cuenta con el apoyo de un au pair.

Mi pareja y yo hemos tenido la suerte de poder tener la flexibilidad de trabajar desde casa y compartir así entre los dos el cuidado de los niños y las tareas domésticas. Acoger a una au pair nos ha ayudado a hacerlo posible. Mis hijos ven que trabajo y crecen comprendiendo que tengo otras funciones, además de ser su madre.

En casa, mis hijos ven que todos los miembros de la familia colaboran, lo que les permite entender el concepto de trabajo en equipo: yo pongo una lavadora, mi pareja la tiende y el au pair dobla después la ropa. 

Compartir la carga de trabajo me deja espacio para hacer otras cosas en mi vida. Me da más espacio para estar presente en lo que esté haciendo en ese momento..

Establecer un vínculo ofrece tranquilidad

Acoger a un au pair implica invertir en una relación. Cuando llegó nuestra au pair, utilizamos la guía para familias de AuPairWorld para ayudarla a adaptarse y nos aseguramos de que se tomara su tiempo para plantearnos cualquier duda sobre nuestra forma de funcionar en casa.

  • El au pair acabará conociendo a vuestra familia y vuestra forma de hacer las cosas.
  • Contad con que os ayudará donde más lo necesiteis.

Me encanta pasar tiempo con mis dos hijos pequeños y también disfruto del hecho de que tengan a otro adulto en casa que pueda cuidarlos. A medida que mi bebé crece y se independiza de mí, me sigue gustando dormirlo en la siesta antes de ponerme a trabajar en mi despacho. Cuando se despierta, nuestra au pair me releva. Cuando trabajamos juntos tengo la tranquilidad de que lo están cuidado como yo quiero y tengo más tiempo para otras actividades.

Los pequeños gestos de autocuidado marcan la diferencia

Cuidar de uno mismo es esencial para poder cuidar de nuestros hijos. Todos lo sabemos, pero no siempre está claro cómo poner en práctica ese autocuidado.

El autocuidado puede ser lo que necesites. Se trata simplemente de satisfacer tus necesidades. Para algunas madres, significa pasar tiempo sin la familia para darse un capricho en un spa o hacerse la manicura. Para otras, puede ser hablar con una amiga durante una hora sin que nadie la moleste.

  • El cuidado personal son todas aquellas pequeñas decisiones que tomamos como madres y que afectan a nuestro bienestar.
  • Acoger a una au pair te permite incorporar el autocuidado a tu vida diaria.

Desde que la au pair está en casa, he aprendido que el autocuidado puede ser tan sencillo como que le dé de comer a nuestro hijo pequeño para que yo pueda comer tranquilamente, o dormir la siesta mientras la au pair saca a pasear al bebé. Estos pequeños actos de autocuidado son los que me ayudan a mantenerme en el mejor estado de ánimo para ser la madre que quiero ser.

Sentirse bien beneficia a toda la familia

Tener una au pair en casa me ha ayudado a poder estar más tiempo con mi pareja. Además, me da más opciones: puedo satisfacer mis propias necesidades y las de mis hijos, por lo que me siento menos estresada. Y me siento mejor madre.

Como madres, sabemos que hay demasiadas prioridades que entran en conflicto ya que no todo se puede hacer en un día. No podemos estar en todas partes y hacerlo todo, pero sí que podemos recibir ayuda cuando y donde la necesitemos. Y precisamente por eso acoger a un au pair nos ha nos ha beneficiado a mi familia y a mí.

¡Os animamos a que deis los primeros pasos para ser familia de acogida y acoger a vuestro propio au pair!

 

Catherine Miller

Sobre la autora:
Catherine Miller es una escritora independiente australiana que elabora contenido para empresas, escuelas y otras organizaciones. Actualmente vive en Bélgica con su pareja y sus dos hijos. Recientemente han acogido en casa a una au pair suiza.