Encontrar la familia adecuada al segundo intento es posible

Tras su primera experiencia como au pair, Borja decidió no tirar la toalla y probar de nuevo con otra familia. En su segundo intento pudo establecer una buena relación con toda la familia y logró tener la estancia au pair ideal que deseaba.

Au pair Borja con la puesta de sol

Si al principio no lo consigues, vuelve a intentarlo

Mi nombre es Borja Nanclares y soy de España. He trabajado como au pair en el Reino Unido con dos familias diferentes en 2021-2022.

Problemas con la primera familia

Mi primera familia no fue muy buena experiencia: empecé en agosto en Watford, al norte de Londres, con una familia que tenía un chico y una chica de 15 y 12 años respectivamente. El problema fue que ellos pretendieron que yo limpiase la suciedad que ellos iban dejando, platos con comida en las habitaciones, lavadoras sin colgar durante días (a no ser que lo hiciese yo), zapatos esparcidos por la casa… En fin, bastante triste. Gracias a dios conocí un grupo de amigos de la zona y los viernes quedábamos y servía de desconexión. Otra cosa positiva era que una de mis funciones era que tenía que conducir, para recoger a los niños del colegio y llevarles a actividades extraescolares, y esos momentos solo en el coche de paz y calma me encantaban. Recuerdo la primera vez conduciendo que casi me meto en dirección contraria en la primera rotonda.

Es hora de cambiar

En Navidades decidí que me cambiaba de familia. Empecé a buscar de nuevo en Aupairworld.com y tuve la fortuna de encontrar una familia para los próximos 4 meses. Vivían en Portsmouth, al sur de Inglaterra, y era una familia encantadora. Dos niños de 8 y 10 años, que aunque un poco adictos a la tecnología, les gustaba el fútbol y las “nerf guns”.

Una gran mejora

Los padres, súper amables y siempre muy interesados en mi bienestar. Aunque el padre trabajaba fuera pudimos establecer una muy buena relación todos con todos. Tienen una casa al norte, en Northumberland, pegada a Escocia donde nos íbamos en los “half terms” y en “Easter Holidays”. Una zona preciosa.

Mis funciones eran llevar y recoger a los niños del colegio (íbamos andando), hacer unas funciones muy básicas por la mañana, jugar con los niños por las tardes y hacerles la cena. Libertad los fines de semana (excepto que necesiten alguna ayuda especial, aunque es raro). Los domingos cenábamos todos juntos fajitas, ¡qué estaban riquísimas!

En esta segunda etapa no me preocupaba la idea de grupo de amigos puesto que estaba muy cómodo con la familia y los fines de semana los aprovechaba para dar paseos y hacer turismo por la ciudad, que es súper bonita.