Ahora soy más tolerante y comprensiva

Zoraida procede de España y ha sido tres veces au pair de verano: dos en Francia y una en Holanda. La experiencia con las familias ha sido completamente distinta en los tres casos.

Zoraida en el bosque con sus hijos de au pair

He estado de au pair 3 veranos con 3 familias diferentes, y las 3 han sido completamente distintas. A lo mejor mi pequeña historia sirve a alguien (familia o au pair) para buscar o decidir lo mejor posible y ayudar a otros a tener una buena experiencia.

Primera experiencia como au pair de verano en Francia

La primera ocasión fue en una playa de Les Landes (Francia), era una aldea con turismo en verano de camping y surf. Mi familia tenía un hijo de 3 años y una hija de 4, vivían en una casita aislada en el campo, a medio camino entre el pueblo y la playa, y trabajaban todo el día en su escuela de surfing. Yo tenía dos días libres por semana, 350 €/mes, mi propia habitación, una bicicleta y clases de surf gratis :).

Todo fue bien a pesar de que dijeron prestarme el coche para llevar a los niños al lago, al mercado, al pueblo, etc, y cuando llegué me dijeron que no me dejarían el coche porque había habido un accidente y les asustaba que pudiera ocurrirnos algo por las imprudencias de los demás. El resultado fue que me pasé los 3 meses del verano en una casa en medio del campo con los dos pequeños. El campo está muy bien, es muy bonito, pero al no tener apenas posibilidad de relacionarme o de salir de aquella casa, no me vino el periodo durante todo el verano.

Sé que esto es algo íntimo para contar, pero lo hago porque con ello se puede ver cuánta importancia tiene vivir en un lugar donde se tenga cubiertas las necesidades básicas, y aquel verano yo comprobé que las relaciones humanas son una de ellas. Muchos au pairs se van a vivir a aldeas o a casas rurales, sin acceso a autobuses u otros medios de transporte, y no se dan cuenta de que pueden pasar toda su estancia solos. La otra pega es que los padres llegaban muchas tardes cansados y estresados del trabajo y sin fuerzas para llevar con paciencia y calma las exigencias de los hijos, que están deseando llamar su atención; pero esto me ha sucedido con las 5 familias en total con las que he estado, y a veces hay tensión y mal ambiente que acaba con disgusto de todos, castigos y esas cosas.

Mi segunda familia en Francia

A mi segunda familia la conocí ese mismo verano trabajando en mis horas libres de babysitting. Me fui con ellos casi dos meses, pero antes me habían invitado a su casa de París una semana, y luego bajamos todos juntos en coche a la casa de la playa. Ellos también vivían en una casa aislada en el campo (en el mismo trayecto que la anterior), pero ellos sí me dejaban el coche así que pude hacer muchos amigos en la playa.

Además, me pagaron el billete de avión completo porque iba a estar muy poco tiempo y quisieron hacerlo así. Con ellos fue como en familia porque estaban de vacaciones y mientras uno cocinaba, otro se encargaba de la ropa,y otro de la pequeña de 2 años. Casi siempre salíamos juntos en familia a la playa, al campo o al restaurante y cuando los padres querían salir a dar una vueltecita, yo me quedaba jugando con la peque. Yo no tenía horarios ni días, simplemente fui la hermana mayor. Me gustó mucho.

La tercera familia en Amsterdam

La tercera familia de verano ha sido en Amsterdam. Y no me ha gustado nada. Mi habitación no estaba preparada. El padre era la persona más desordenada del mundo en todos los aspectos. El horario y el plan que me hacían se cambiaba sobre la marcha constantemente a capricho. Mis días libres nunca estaban claros. Pasaban la mayoría de los días en la casa de la playa mientras yo me quedaba en Amsterdam sin hacer nada, así que cuando veía a los niños, apenas me reconocían y nunca me llegaron a coger cariño ni a intimar conmigo.

Cuando ellos estaban en casa, yo hacía algunas tareas ligeras: compras, cocina, recoger un poco, lavadora, tendedero, plancha... al final hacía de todo menos cuidar de los niños. Todo lo demás estaba muy bien: dos días libres por semana, 300€ al mes, bicicleta, seguro médico, cursos de idiomas pagados, un laptop, y móvil con minutos e Internet. Pero a pesar de tener unas condiciones difícilmente mejorables, yo nunca me sentí como una au pair. Podría haberme quedado todo el año, pero lo rechacé por lo anterior mencionado, pero sobre todo porque los padres peleaban todo el tiempo a voces por todo (incluso delante de los niños) y yo no lo soportaba.

Yo sigo en contacto con todas las familias por facebook, whatsapp y skype, con una buena relación, incluso me siguen invitando a hacerles visita. Pero mi recomendación es buscar alguien con quien entenderse bien y sentirse a gusto, y hacer muchas conferencias skype. A las familias, que no cambien las condiciones una vez establecidas y acordadas por ambas partes. El resto de mi experiencia fue más o menos igual que la mayoría: aprendí el idioma, hice muchos amigos y conocí bien la cultura del país. Me ha hecho ser una persona más tolerante y comprensiva. Espero que esto sirva de algo, aunque sea un poquito, un cordial saludo, y hasta pronto.