Abrimos nuestra casa y nuestro corazón

Beatriz y su familia no solo conocieron una nueva cultura gracias a Iskra, su au pair de Macedonia, sino que todos juntos vivieron momentos inolvidables y auténticos en Vizcaya, España.

Beatriz con su au pair baby

Para empezar, ¡un saludo! Me gustaría contaros que mi experiencia acogiendo a una chica au pair fue maravillosa. Contactamos a través de vuestra página y enseguida nos empezamos a comunicar por Skype para vernos mejor las caras y conocernos.

Conocimos a la au pair y una nueva cultura

Se llamaba Iskra y era de Macedonia. Conocíamos muy poco de su país y gracias a las charlas que mantuvimos empezamos a saber más de ella y de su cultura. Todo pintaba muy bien y a ella también se la veía contenta, así que cogió un avión con un visado de tres meses, que es lo máximo que ofrece su país, y se vino a nuestra casa.

Tras la timidez inicial, se convirtió en una más de la familia en seguida

Al principio Iskra estaba muy tímida, a pesar que hablaba nuestro idioma perfectamente. Pero enseguida conecto con nosotros y sobretodo con nuestro hijo que tenía un año y medio. Para nosotros era lo más importante, ver que nuestro pequeño estaba a gusto y bien cuidado. Le pusimos una habitación para ella y abrimos nuestra casa y nuestro corazón.

Le costo muy poco sentirse un miembro más de la familia...es más, puedo decir que para mi fue como una hija o una hermanita pequeña. Me contaba sus problemas con el novio, reíamos y llorábamos juntas, salíamos de compras y un día hasta me convenció para salir a bailar. Pero el tiempo pasaba y su visado también.
La despedida fue un momento doloroso...yo me quedé un trocito de ella y ella también se llevó un pedazo de nuestra familia, para siempre.

¡Gracias por todo, Iskra!

Siempre la recordaremos...por tantos momentos inolvidables y auténticos. Y por abrirnos la mente a una cultura que no conocíamos de nada. Nos enseño tantas cosas...con tanto amor...Gracias peque